Hoy vamos a hablar de cómo conseguir la máxima nitidez posible, con algún que otro truco interesante, en una fotografía.
¿Qué consideramos nitidez?
Según la definición del RAE nitidez es: cualidad de nítido. Así que buscando de nuevo la palabra “nítido” obtenemos: Limpio, terso, claro, puro, resplandeciente. Que se distingue bien, no confuso.
Si nos quedamos con una definición más cercana podemos decir que una fotografía nítida es aquella en la que el sujeto, objeto, escena que fotografiamos aparece claramente contrastado, con sus bordes definidos, perfectamente enfocado y sin movimientos ni líneas no definidas.
Existe un término cercano a la nitidez denominado acutancia. La acutancia de una imagen es el grado de contraste que se observa en el límite entre detalles que difieren por su luminancia o densidad óptica.
Podemos decir que en una imagen el aumento de la acutancia, por el aumento del contraste, la hace parecer más definida. Realmente es lo que hace, por ejemplo, la máscara de enfoque que seguro ya conozcas de Photoshop. ¿Así que cómo podemos hacer una foto ya nítida parezca aún más nítida? Aumentando la acutancia … pero con cuidado. Un aumento sin control provocará la destrucción de la imagen. ¿Habéis visto lo que ocurre cuando uno se pasa con la máscara de enfoque?
Vemos pues que que el enfoque y la acutancia son dos parámetros importantes para que podamos alcanzar la nitidez en nuestras fotos. Y hemos de ser conscientes que el ojo humano no funciona igual que una cámara de fotos.
Nosotros podemos variar continuamente el enfoque al mirar una escena; incluso nuestro cerebro es capaz de detectar bordes no muy contrastados. Una cámara, dependiendo del objetivo, apertura, etc … que utilicemos puede que no consiga dotar de una nitidez extrema a toda una imagen. Por ejemplo la foto de un sujeto con un fondo borroso. En este caso la nitidez vendrá referida al sujeto que fotografiamos, aunque el fondo sea borroso.
Así cuando hablamos de nitidez de una imagen lo haremos de los elementos principales de la imagen (que son de los que buscamos la atención). Incluso existirán fotos donde la nitidez no sea un factor importante ya que lo que buscamos es “el movimiento”, “la borrosidad”.
Conseguir la máxima nitidez es un proceso continuo. Es decir, hay que realizar una serie de pasos de forma ordenada si queremos que el resultado final sea lo más perfecto posible.
1. Cámara y Objetivo
Puede parecer una obviedad, pero sin una buena cámara y un objetivo (cristal de calidad) parejo no vamos a conseguir mucho. Esto no significa que no podamos tomar fotos nítidas con cámaras y objetivos estándares, pero ayudará mucho a la toma final si partimos de buenos materiales.
Hemos de considerar que el propio sensor de la cámara introduce una “limitación” a la nitidez al disponer de un filtro de paso bajo, que utilizado para evitar efectos como el Moirè, es un enemigo de la nitidez.
Y aprovechando el artículo anterior sobre la limpieza del sensor debemos tener el equipo en perfectas condiciones de limpieza.
2. Filtros
Fuera filtros. A no ser que estés haciendo algo muy especial que requiera un polarizador, ND, etc … el típico filtro protector sólo sirve para estropear la magnífica foto que podrías hacer sin él. ¿Vas a poner un filtro de 50€ delante de un objetivo de 1.500 € pensando que no le va a afectar en nada?
3. ISO
A menor ISO ya sabemos que menor ruido. Así que baja el ISO todo lo que puedas … pero que la escena se siga viendo (si no, perderemos el contraste de la acutancia).
4. Apertura
Todos los objetivos suelen tener su máximo nivel de “calidad” en los puntos medios de apertura. Esto significa que su máxima nitidez suele estar por f8- f11. Debes hacer pruebas con tu objetivo para ver dónde está ese punto de nitidez. Igualmente, en casi todos los objetivos el punto central es mucho más nítido que los bordes, con lo que procura que el tema central de tu fotografía esté centrado en el objetivo.
5. Velocidad
Necesitamos que la cámara no trepide. Con un tiempo de 10 segundos seguro que nuestra foto sale borrosa. Así que sube la velocidad lo suficiente como para la foto no salga movida. Como regla general debemos utilizar una velocidad igual o superior a la distancia focal que estemos utilizando. Es decir, si hacemos una foto a 200mm deberíamos seleccionar una velocidad igual o superior a 1/200; si la foto es a 50mm, la velocidad debería ser igual o superior a 1/50. Si nuestra cámara no es full frame hemos de tener en cuenta el factor de recorte en la multiplicación. Con un 1.5X los 200mm se nos convierten en 1/300.
6. Exposición
Todos los parámetros anteriores (no en vano conforman el triángulo de la exposición: ISO, Apertura y Velocidad) tendrán mucho que ver en obtener una buena exposición. Si la exposición no es correcta es complicado que obtengamos nitidez en zonas demasiado oscuras o demasiado quemadas. Igualmente es necesario obtener una condición de iluminación adecuadas que faciliten tanto la exposición como el contraste general de la fotografía. La luz dura muy fuerte, la muy suave … o la escasez total de la misma no ayudarán nada.
7. Enfoque
Si no enfocamos bien empezamos mal en conseguir una foto óptima. Unos milímetros por delante o por detrás en objetos cercanos, o unos metros en la lejanía, pueden dar al traste con todo lo explicado. Hay que ver que nuestra cámara+objetivo no sufren de backfocus/frontfocus.
Procura utilizar en enfoque manual. El automático a veces se despista. En un reencuadre puede que perdamos el foco. Incluso si trabajamos con un número f pequeño algún reencuadre de pocos grados nos pueden hacer perder el foco. Así que siempre enfoque manual y no tendrás problemas.
8. Trípode y disparador
Si no puedes conseguir una velocidad adecuada el empleo de un Trípode y un disparador te puede ayudar a mantener la cámara lo más quieta posible. Igualmente sería recomendable “levantar el espejo” y desactivar el estabilizador del objetivo (sí, cuando están quietos sobre un trípode mejor desactivarlos para que el propio mecanismo no provoque movimiento). En este artículo de puedes ver de qué forma afecta el movimiento y vibración de una cámara a la nitidez.
Si no te queda más remedio que disparar a pulso, además de seguir las indicaciones del punto 5 procura fijar muy bien la cámara y evita respirar en el momento del disparo. Y mucho cuidado: con el dedo se aprieta sólo el disparador, no toda la cámara.
9. Acercarse al Objeto de la toma
Parece mentira, y es poco conocido, pero es uno de los puntos que más nitidez te puede dar en una fotografía.
Si trabajamos con objetivos zoom tenemos la costumbre de ponerlo a 200mm y situarnos a 10 metros del sujeto. Si lo cambiamos a 70mm y nos quedamos a 3 metros … verás una diferencia notable.
Cuando el objeto fotografiado está lejos del sensor la resolución del mismo influye en la capacidad que tiene para captar detalles.
10. Dispara en RAW
Las capacidades de enfoque sobre un RAW son mucho más precisas desde dentro de Photoshop que lo que el software de tu cámara puede hacer.
11. Procesa de forma adecuada
Procesa la foto: niveles, ruidos …. Las fotos correctamente procesadas tienen una sensación de relieve que ayuda mucho a la percepción de la nitidez.
12. Elige el tamaño final de la fotografía
¿Vas a imprimirla? ¿a ponerla en una web? … antes de aplicar el ultimo paso del procesado, el enfoque, elige el tamaño de la fotografía. Existe una amplia divergencia de opinión sobre este tema dependiendo del autor con el que te encuentres. En mi opinión sí que considero buena idea hacerlo de esta manera.
Yo realmente doy un pequeño enfoque en el procesado RAW inicial y luego el enfoque completo antes de guardar la foto en el tamaño de destino final. Pero si no quieres complicarte tanto, puedes hacerlo como último paso con buenos resultados.
13. Enfoque de la fotografía
Hay muchos métodos para enfocar una fotografía por medio de software. Desde el más simple utilizando la máscara de enfoque de Photoshop, método LAB, filtros de paso alto, etc.
Los veremos con más detalle en otro artículo.
En el siguiente ejemplo podemos ver un recorte de una fotografía (la misma que la del inicio del artículo a mayor tamaño) donde se han seguido todos los pasos anteriores salvo el último, el enfoque final. Fijaos que incluso en un RAW perfectamente capturado la nitidez es algo ya impresionante. Poco más le podríamos sacar con un enfoque adicional.