Tutoriales

5 claves sencillas para ser mejor fotógrafo

Estas son 5 claves sencillas que considero imprescindibles para mejorar como fotógrafo, y por tanto, para que mejoren tus fotografías.

1. Deja de aprender y sal a practicar
Es normal que leas blogs de fotografía, libros, cursos, etc … pero si no practicas la teoría no sirve de mucho. Y en el caso de la fotografía no puede haber nada más cierto.
Te dejo sólo que leas el manual de la cámara (hay que saber para qué sirve cada botón), pero nada más. Con unos pequeños conocimientos básicos  que seguro ya conoces de sobra … es el momento de hacer fotos.
No te quedes en la “parálisis por el análisis”. Algo que ocurre muy a menudo en otros ámbitos de la vida. Piensa en aprender un idioma. Por mucho curso, libro o diálogo interior que tengas no vas a aprender realmente hasta que te vayas a un entorno extranjero no controlado y te tires de cabeza.

2. Conoce tu equipo
Expresión que seguramente habrás oído muchas veces a Zack Arias.
Si no sabes lo que tienes (y no significa sólo que te hayas leído el manual) no sabrás lo que puedes o no puedes hacer con él. Deja de comprar objetivos, flashes y otros “cachivaches” y empieza a utilizar lo que ya tienes.


¿De verdad que necesitas comprar ese difusor de flash si ni siquiera sabes utilizar el flash en modo manual y conoces la ley inversa del cuadrado? ¿Sabes que ese flash que disparas siempre en los partidos de fútbol no llega a iluminar el campo?¿para qué lo disparas?

3. El fondo es importante
Seguro que siempre has oído que lo importante en fotografía es el sujeto, el tema que retratas.
Siento decirte que pocas veces vas a encontrar a ese sujeto/temática de forma aislada. Suele estar en un contexto y es importante que lo “aísles” del fondo.
No pienses sólo en controlar la apertura para desenfocar un fondo (a veces en el fondo desenfocado aparecen cosas que no deberían estar allí, como determinados colores que rompen la escena).
Así que la próxima vez que vaya a hacer una foto, fíjate primero en el fondo y piensa si es eso lo que quieres que se vea “detrás de tu foto”.

4. Acércate al objeto de la toma y/o dispara desde el ángulo apropiado
Igualmente recordarás esa frase de “cuando crees que estás lo suficientemente cerca … es que no estás lo suficientemente cerca”.
El objeto/sujeto de tu fotografía debe destacar. Y eso se hace acercándose lo suficiente (y/o poniéndolo en el contexto adecuado con el fondo). Si quieres la foto de una flor … acércate a la flor. No hagas la foto desde la esquina de enfrente.


Y totalmente prohibido hacer las fotos desde tu altura y/o ángulo de 45 grados (apuntando para abajo). Las fotos se hace a ras de suelo, desde lo alto, desde la esquina, desde cualquier lado que no sea la altura de tus ojos.

5. Si no sabes procesar fotos, utiliza filtros fotográficos
Cada vez veo más opiniones enfrentadas al uso de filtros o al empleo de aplicaciones como Instagram.
Qué sí, que cada vez las fotos se parecen más, y que el estilo vintage con bordes lo llena todo; pero cuando vemos una foto procesada … nos parece mejor foto.
Seguro que te habrás fijado en los programas de TV o cine, en el grano de la película. Cuando vemos algo rodado con una cámara “amateur” con decorados de cartón piedra … se nota mucho. Percibimos más calidad cuando vemos esa película o serie con textura cinematográfica.
Lo mismo pasa con las fotos. Si quieres que destaquen aprende a procesar. Y si no sabes … utiliza filtros.

Ahora que comienza el año con nuevos propósitos, ¿qué mejor momento para poner estas claves en práctica?

Formación, Tutoriales

El fotómetro o la importancia de medir bien la luz

La adopción de la fotografía digital ha dejado muchos procesos, técnicas y dispositivos en el olvido.

No hay nada malo en ello. El mundo va avanzando, y la fotografía digital lo hace a pasos de gigante.

Sin embargo hay algo que sobre todo las “nuevas generaciones” están descuidando mucho: la medición correcta de la luz.

Desde el clásico Sistema de Zonas de Ansel Adams hasta las modernidades del controvertido “derecheo del histograma” al final siempre se trata de lo mismo, medir bien la luz.

Las cámaras tienen diferentes modos de medición (central, evaluativa, ponderada al centro, etc …) y diferentes formas de mostrar el histograma (el santo grial hoy en día) incluso de forma “viva” con el modo Liveview.

Sea como sea, tenemos que pensar que no es lo mismo medir la luz incidente que la luz reflejada. Y nuestra cámara siempre lee luz reflejada. Todavía no se han construido exposímetros que se teletransporten.

¿Y eso importa mucho? Para determinado tipo de fotografía, y según lo pulcro que seas … sí, mucho.

Es claro que en un paisaje no vas a medir luz incidente, no te vas a ir hasta la montaña, pero en situaciones más controladas y sobre todo en un estudio la utilización de un fotómetro o flashímetro de mano es imprescindible. Algunos dispositivos avanzados incluso nos ayudan con las matemáticas asociadas a la combinación de luces.

La diferencia entre exposímetro/fotómetro/flashímetro … y otros nombres que veréis por ahí, es el tipo de luz que miden: si sólo luz ambiente, si luz de flash, etc. si permiten hacer cálculos de composición sólos, el número de pasos que soportan, etc …

Yo utilizo de forma habitual un modelo básico y barato (alrededor de los 200 €), el Sekonic 308, que hace todo lo que quiero y más. Antes tenía un Minolta Flashmeter IV que me complicaba la vida y se pasaba más tiempo en la mochila que fuera. También utilicé un Polaris que no acabó de convencerme aunque es de lo más utilizados.

Como os decía en el estudio es fundamental si no quieres estar continuamente con ensayo/error modificando la potencia de los flashes.

Pero en exteriores también representa una ayuda considerable. Y podéis hacer la prueba de cómo cuando la cámara y el fotómetro de mano os dan valores diferentes … la mejor foto la obtenemos con el fotómetro. Los reflejos suelen ser malos consejeros que los fotómetros tratan muy bien a la distancia.

Por último comentaros que es muy usual tener un fotómetro/flashímetro y no saber utilizarlo. A pesar de la cantidad de bibliografía existente la lectura de sus datos no es tan sencilla como parece, y la mayoría de la gente que se compra uno y empieza a utilizarlo no consigue interpretar correctamente la información que presenta. No es su culpa;  los fabricantes en este caso son complicados, muy complicados.

Os aconsejo este artículo de Pere Larrègula de cómo leer correctamente la información de estos pequeños aparatejos.

¿Ya has decidido qué te vas a comprar por reyes?