De entre toda la gama de filtros que tenemos disponibles para nuestros objetivos destaca en gran medida el filtro UV. No hay que confundirlo con el Skylight, aunque mucha gente los utiliza de la misma forma. El filtro Skylight es un filtro UV más una «capa» rosada que proporciona tonos más cálidos a una foto.
Su uso principal es la reducción/eliminación de la luz ultravioleta que llega al objetivo (y que no vemos).Pero la verdad es que la mayoría de los sensores de cámaras digitales ya los llevan incorporados «por defecto».
Se supone que no modifican la exposición de la fotografía y permiten la reducción de neblinas y brumas.
Primer error. Los filtros, todos los filtros, tienen efectos secundarios.
Mucha confusión viene de considerar a los filtros UV y Skylight como filtros protectores.
Ya que su efecto en la exposición es mínimo sirven muy bien para proteger la parte frontal del objetivo de golpes, ralladuras y accidentes.
No podemos pensar que son totalmente inocuos. Si son de mala calidad se va a notar en nuestra foto.
Cuando alguien se gasta 2000 € en un objetivo (cristal si hablamos de esos precios) debemos pensar en el filtro «protector» que vamos a poner. Gastarse sólo 15 € más en proteger tu objetivo representa perder toda la calidad óptica que acabas de adquirir.
Y no sólo eso, en una fotografía nocturna podemos ver como este tipo de filtros provoca «destellos», «manchas», «flares» … en nuestras fotos.
En la siguiente muestra, a la izquierda, tenemos una toma con el filtro UV puesto. A la derecha la misma fotografía apenas unos segundos después sin el filtro. Las diferencias de exposición son más de lo rápido que cambia a luz a esas horas que de la acción del filtro.
pincha en la foto para verla en grande
Si vemos con más detalle la zona de la farola podemos observar los problemas que nos causa su empleo:
Así que ya sabes. Durante el día te recomiendo que utilices el filtro como protector (un buen filtro). Pero por la noche … mejor quítalo del objetivo. Tus fotos te lo agradecerán.