Hace unos meses, durante Fotogenio 2010, tuve la oportunidad de conocer personalmente a Walter Astrada (World Press Photo 2007, 2009 y 2010). Fotoperiodista … se ha jugado la vida en muchos conflictos y situaciones, de los que resultan magníficas fotografías a las que no todos podemos llegar.
Su trabajo es impresionante, pero para ilustrar lo que quiero comentar me quedo con este:
Tomada durante la violencia que asoló Kenya, nos muestra la verdadera cara del terror e impotencia que siente un niño ante lo que «parece» una agresión o un intento de entrar en su casa.
La foto me impactó. Todavía lo hace incluso ahora que conozco su historia.
Me recordó, y la forma en la que se organiza el cerebro para buscar similitudes es inexplicable, a la fotografía de Kevin Carter de una niña a punto de ser comida por los buitres:
Para mí son fotos, que más allá de la dureza del momento que captura, me llenan de sentimiento de impotencia. De saber de si yo hubiese estado allí … habría actuado … habría hecho algo. Son fotos que también invitan a saber más, a querer saber qué pasó.
De la historia de Kevin Carter sabemos mucho. La fotografía fue tomada en Sudán y publicada en el New York Times el 26 de Marzo de 1993. Hay historias que cuentan que Carter esperó a tener una toma totalmente desgarradora. Que esperó a que el buitre abriese sus alas. Se le culpó de no ayudar a la niña, ni de denunciar verdaderamente la hambruna de Sudán.
Un compañero de Carter, Joao Silva, comentó que Carter esperaba a que la niña defecara (era lo que el buitre realmente quería comerse) y que para nada peligraba la situación de la niña. Walter Astrada, que poseía información de primera mano (precisamente le interrogué por esta fotografía) me comentó que los padres de la niña estaban a su lado, sólo que no se veían en el encuadre.
Lo cierto es que Kevin Carter se suicidó en Julio de 1994 (poco tiempo después de recoger el premio Pulitzer). Dejó una nota con el siguiente mensaje: “Ante todo, he de decir que lo siento, lo siento mucho, he llegado a un punto en el que el dolor de la vida supera con creces a las alegrías en el que la dicha ya no existe. Me persiguen los recuerdos de las masacres y los cuerpos…”
¿Qué pasó realmente con esa niña? Parece que está claro que no le pasó nada en el momento de la foto. Hoy aparecía en el Mundo el siguiente artículo: Kong Nyong, el niño que sobrevivió al buitre. Ahora sabemos que no era niña, sino niño; que sobrevivió a aquel día y que murió hace 4 años. Aquí el padre nos muestra la famosa foto, sin saber lo famoso que era su hijo:
En el caso de la foto de Walter me comentó que una serie de policías estaban buscando algo en un suburbio de Kenya. Entraban casa por casa y llegaron a esta casa donde estaba el niño sólo. Sus familiares estaban trabajando y él se había quedado al cuidado de la casa.
No pasó nada, la policía al ver que estaba sólo le dejó en paz y continuó su búsqueda. Walter se quedó con el niño, lo arropó y esperó a su familia. Incluso varios días después siguió interesándose por su estado.
¡Qué historia tiene una fotografía! La que nosotros queremos interpretar … y su verdadera historia detrás.