Hace algún tiempo ya hablamos por aquí de las fotos más caras del mundo. Y en ese momento mostraba mi más absoluta incomprensión por los desorbitados precios que se llegaban a pagar.
Desde entonces, aunque no lo haya comentado, esta burbuja de precios no ha hecho más que crecer con la sucesiva ruptura de records pagados por determinadas fotografías.
Y así llegamos hasta hoy, o mejor dicho hasta hace apenas un día, cuando la fotografía Rhein II de Andreas Gursky ha superado los 4.3 millones de dólares en Christie’s.
Sigo sin entenderlo.