Una cuestión que me suelen plantear a menudo es si se puede vivir de la fotografía. Claro que se puede, hay gente que vive de ello. El problema es que vivir bien … sólo unos pocos; el resto va tirando como puede esperando esa oportunidad que no termina de llegar.
La pregunta inmediatamente posterior es si deberían dejar su trabajo y lanzarse a la fotografía. Aquí la cosa se complica. Y no sólo por el período de incertidumbre que ahora vivimos, sino por la propia forma en la que la fotografía va evolucionando.
Trabajos como el fotoperiodismo cada vez están más devaluados, quedando sólo figuras consagradas capaces de meterse en conflictos bélicos que un amateur cualquiera no haría.
Otros trabajos como la fotografía social, especialmente la de boda, parece que tiene un nuevo renacer. Hemos asistido a una reinvención de este tipo de fotografía y muchos fotógrafos están encontrando una “salida” laboral en este mundo.
Y sobre todo, donde veo que estamos en el principio de una burbuja, es en la formación. A los centros de formación tradicionales cada vez se unen más profesionales (y otros no tanto) que montan cursos, talleres, masterclasses, etc. con un gran abanico de precios. Aunque algunos olvidan que para dar clase, además de conocer la materia hay que saber enseñarla.
Así pues, ¿se puede vivir de la fotografía dejando mi trabajo actual? Yo no te lo aconsejaría. Al menos en estos momentos. La fotografía está sufriendo una transformación importante que no creo que todavía estemos en condiciones de evaluar.
Hay guerra de tarifas, precios de fotografía de stock por los suelos, editoriales gratuitas, fotoperiodistas de teléfono móvil. No es un camino de rosas.
¿E intentarlo de forma parcial?¿en mi tiempo libre?
Bueno, si te queda tiempo libre, siempre es posible recorrer el camino que te lleva del hobby hacia la profesionalización. No es un camino sencillo y sobre todo tendrás que diferenciar muy bien tu trabajo del resto y hacerlo destacar (y hacerlo valer)
Piensa que a Mario Testino, por ejemplo, se le contrata por ser Mario Testino. Fotógrafos publicitarios y de moda hay miles. Si no consigues que el cliente te busque a ti, y a tu estilo … el camino es duro y complicado.
Con esto no quiero desanimarte, pero veo hoy en día muchos “locos” tirándose a una piscina … y creo que no se han dado cuenta que estaba vacía. Hay que mirar antes de salpicar.
Eso sí, si lo tienes claro … la mejor zambullida la obtienes cuando saltas de lo más alto.